¿Estas cansado de mentir? Toma hoy la mejor decisión y confiesa la verdad a la persona a quien le has fallado. No admitas confesar sólo las mentiras más descaradas y los engaños intencionales, las mentiras no tienen tamaños ni colores, son todas iguales y tienen la misma consecuencia. ¿Qué pasa con las ocasiones en que dices que iras a un lugar y no lo haces? ¿O cuando prometes que serás puntual y llegas tarde? ¿O cuando quedas de acuerdo en llamar a alguien y no lo haces? ¿Es esa una manera honesta de vivir?.
¿Le permite eso a la gente confiar en tus palabras?
Que diferente sería todo a nuestro alrededor si cada instante prefiriéramos decir la verdad sin importar las consecuencias. Jesús es nuestro mas claro ejemplo de la verdad; aun sabiendo que iba a morir en una cruz jamás escogió mentir para librarse de la muerte.
Tal vez deberías aprovechar el momento y abrir tu corazón delante de Dios. Quizás necesites es hora de pensar antes de hablar y estar seguro de que tu compromiso será verdadero. es tiempo de compromiso con el amor y la verdad sin dar lugar al sentimentalismo y la irresponsabilidad.
La mejor opción es hablar con Dios es el quien te guiará a hacer las cosas de manera correcta. Solo la voz de Dios te da amor incondicional, te acepta como eres, con todas tus fortalezas y debilidades. El es el único que nos ofrece el precioso regalo de verdad y gracia porque es el único que combina estas cualidades en si mismo. Entonces podemos escucharlo con alegría porque Él es honesto y nos ama como ningún otro lo hace.
Santiago 5:16 nos dice: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”.